dijous, 31 de desembre del 2015

Predicciones para 2016

Post publicat al bloc d'Antonio Turiel  Oil Crash 
 jueves, 31 de diciembre de 2015


Queridos lectores,

Ahora que 2015 está acabándose, es el momento de formular cuáles son las previsiones que intuimos para el futuro cercano de nuestra sociedad, en un momento crítico de la crisis de sostenibilidad que nos aqueja. Este ejercicio de pronosticación, siempre difícil e incierto, se va haciendo cada vez más complicado a medida que la crisis se va desarrollando, pues lo complejo de nuestra sociedad hace que las interacciones sean cada vez más no-lineales y pequeñas desviaciones llevan a grandísimos efectos, generalmente negativos. Por tanto, los pronósticos que ahora formularé se tienen que tomar como lo que son, un mero ejercicio para intentar adivinar por dónde irá el futuro, con pocas probabilidades de éxito.

Antes de pasar a analizar los pronósticos para el año 2016,  veamos primero el acierto y desacierto de mis previsiones que en su momento hicimos para el año que ahora acaba:

  • Volatilidad del precio del petróleo: El pronóstico no se ha cumplido, pues por lo que parece los tiempos característicos de esta volatilidad son ahora mucho más largos que al principio de la crisis energética, en 2008, en buena medida debido a todos los artificios contables con los que se está intentando mantener el fracking a flote. El precio no ha oscilado, como anticipaba, sino que ha tendido a la baja durante todo el años y está actualmente en precios de principios de siglo.
  • Grandes conflictos internacionales: Viendo la escalada bélica en Oriente Medio y la creciente conflictividad con Rusia por el derribo de su caza por Turquía, considero que esta previsión ha sido bastante acertada, con matices: no hay nuevos países que hayan entrado en situación de colapso, pero ciertamente el conflicto en Siria e Irak se ha internacionalizado de una manera completamente insospechada hace doce meses.
  • Estallido de la burbuja del fracking: De manera semejante a la previsión sobre la volatilidad del petróleo, esta previsión claramente no se ha cumplido durante el año 2015, aunque en la actualidad el fracking ya ha comenzado su retirada. Por lo que parece, los plazos típicos para el desarrollo de estas crisis son más extensos de lo que yo anticipaba hace un año.
  • 2015 será el año del peak oil: A falta de que pase algún tiempo que nos permita confirmarlo, esta predicción parece haber sido muy acertada, inclusive los comentarios finales que en ella formulé.
  • Recesión europea:  Como dice Jesús Nácher en la Proa de Argo, algo huele a rata en Europa. La situación de los bancos europeos es muy mala, el Banco Central Europeo rebaja aún más su tipo de referencia y en general, a pesar del oxígeno que ha dado los bajos precios del petróleo, la economía europea no acaba de remontar. La cosa no pinta nada bien, los problemas ya han comenzado, pero a pesar de ello no se puede considerar de momento que la crisis sea evidente. Parcialmente acertada.
  • Recesión en España: Sin lugar a ninguno tipo de dudas, completamente errónea: el retraso de la evolución prevista para el precio del petróleo ha retrasado también los problemas en España, y a pesar de que no se han hecho las necesarias reformas estructurales el hecho es que el PIB español ha crecido más que considerablemente  en 2015 (más de un 3%). El paro no ha subido sino que ha descendido y se sitúa en la actualidad en el 20%, alto pero lejos del 28% previsto. La única nota un poco menos desacertada es la caída del IBEX 35, que aunque lejos del 20% previsto ha sido de un considerable  7% (indicio de la subsistencia de graves desequilibrios económicos).
  • Vuelco electoral en España: Bastante acertada. No se preveía el ascenso de Ciudadanos, pero ciertamente el bipartidismo ha quedado muy comprometido, y posiblemente lo estaría aún más si la crisis económica fuera evidente en España.
  • Impasse en Cataluña: Curiosamente, esta previsión ha sido completamente acertada: la subida del bloque de Podemos (que cayó respecto a los resultados de ICV en septiembre, pero fue la primera fuerza en Cataluña en las generales de diciembre) y, sobre todo, que la pugna entre independentistas y no independentistas continuaría encallada durante 2015.
  • Desestabilización climática: 2015 no ha sido un año sin verano, pero por lo demás la previsión -bastante vaga, eso es cierto- ha sido acertada: el sistema climático continúa mostrando signos de fuerte desestabilización y de hecho la corriente de chorro polar ártica (el famoso Jet Stream) está completamente desestabilizada, y más que lo está con la irrupción de tormentas y anomalías de temperatura que hacen que ésta supere prácticamente los 0 grados en el momento (inverno boreal) en el que el hielo debería estar regenerándose con fuerza.
  • Cierre de este blog: Se consideraba poco probable y afortunadamente no ha pasado.

Vaya, como ven en 2015 la mayoría de las previsiones fueron bastante desacertadas. El origen del error fue un mal cálculo de los tiempos característicos previstos para la evolución de los diversos factores, principalmente el estallido de la burbuja del fracking. Este estallido se ha podido postergar a costa de crear más tensión y acercarnos a una posibilidad de cambio más brusco y catastrófico. Pero no anticipemos y vayamos por fin a las previsiones para este año:

  • Situación del precio del petróleo: Como se ha podido comprobar este año, los bajos precios del petróleo no han tirado como deberían de la demanda de los países avanzados, sumidos como están en graves crisis de demanda interna, fruto principalmente de la disminución de la renta disponible de las clases medias. El efecto benéfico de los bajos precios del petróleo no se está traduciendo en un aumento del poder adquisitivo de los ciudadanos y así, desde el lado de la demanda, la situación es de muy lenta recuperación, casi de impasse. Es poco probable que esta situación cambie durante 2016. Dado que los sistemas de almacenamiento están ya bastante saturados, es posible que el precio aún caiga algo más, sobre todo durante la primavera de 2016. Estos precios tan bajos no pueden prolongarse durante mucho más tiempo, y mi previsión es que la quiebra de algunas empresas de mediana importancia y/o el colapso de un nuevo país productor durante 2016 hará que finalmente el precio del petróleo empiece a remontar con fuerza, probablemente hacia el verano, incluso aunque las perspectivas económicas en Occidente no sean nada buenas.
  • Estallido de la burbuja del fracking: Ahora que la producción de petróleo de fracking ha comenzado por fin a caer, veo inevitable que los bancos que han creado el esquema económico que le ha dado soporte se vean arrastrados por la deuda creada, puesto que es difícil justificar buenas perspectivas si los pozos cierran. Esta burbuja debería desencadenar una crisis financiera de cierta importancia en los EE.UU., acompañada de una considerable crisis económica y aumento del paro en ese país, y con un probable contagio de la crisis al resto del mundo. Dado que no se ha producido el reajuste de demanda que yo preveía para 2015, esta crisis podría perfectamente cursar simultáneamente con unos altos precios del petróleo, lo cual la haría aún más grave.
  • Será cada vez más difícil ocultar que se ha producido el peak oil: Dada la importante desinversión en el sector petrolero, la caída del volumen total de hidrocarburos producidos será bastante perceptible, posiblemente de 2 millones de barriles diarios o incluso más de 2015 a 2016. Se justificará diciendo que no hay demanda, que es el resultado de la crisis económica mundial, se buscarán paralelismos con la crisis de 1973, etcétera. Saldrán repetidamente expertos economistas en los medios asegurando que el problema es coyuntural y debido a la crisis, y en caso de ser preguntados negarán categóricamente que el problema se deba a la escasez de petróleo. A pesar de ello, seguramente se oirán más que otras veces algunas voces discrepantes y menos complacientes, que apuntarán a que, efectivamente, el planeta ha llegado a su máxima capacidad de producir hidrocarburos líquidos, y alguno más osado puede llegar a comentar que lo mismo está pasando con el carbón y el uranio.
  • Recesión europea:  En 2016 la recesión se hará evidente, y más cuando estalle la burbuja del fracking en los EE.UU. Esta crisis se verá agravada por los altos precios del petróleo y tiene todos los visos de ser muy grave, ya que grandes bancos "sistémicos" se verán severamente afectados; podría llegar a superar la recesión de 2008. España no será una excepción, y con su complicado clima político será difícil tomar medidas decididas para parar la sangría; de hecho, muchos analistas apuntarán a la necesidad de "mejorar la gobernabilidad de España" por un sentido de Estado y afrontar mejor la crisis económica.
  • Las guerras europeas: El conflicto en Siria e Irak se recrudecerá, especialmente cuando se vea que se puede acabar con Estado Islámico (lo cual no es una cuestión tanto logística como política). El problema es que surgirán problemas graves en otros países que son importantes o incluso críticos para Europa: Libia, Egipto, Malí, Níger, Nigeria o Argelia son algunos de los ejemplos más evidentes, pero otros países, por ejemplo los exportadores de petróleo de la zona del Golfo, podrían verse arrastrados por el descontento de su población a causa de los recortes sociales  y la subida general de precios causada por los grandes déficits fiscales que implica la pérdida de ingresos por la exportación de petróleo. La extensión de Estado Islámico a todos estos países hace anticipar una creciente conflictividad en toda la zona, con grave afectación de los intereses europeos. La tentación de nuevas aventuras bélicas será especialmente grande, y no podemos descartar ver nuevas actuaciones militares europeas de envergadura durante 2016.
  • ¿Y la española?: España tiene intereses importantes en países que actualmente atraviesan dificultades fiscales. Por un lado, Francia presiona a España para que tome su relevo en Malí (de interés principalmente francés, en realidad, para proteger las minas de uranio de Níger). Por el otro, una guerra civil como la que parece estar gestándose en Argelia obligaría a España a tomar una parte activa (el 60% del gas consumido en España es de origen argelino). Sin embargo, la situación política en España dificultará que nuestro país se involucre decididamente en ninguna acción bélica importante, incluso aunque los intereses económicos españoles resulten fuertemente lesionados. Esto también servirá para que no pocos comentaristas lamenten la falta de gobernabilidad del país.
  • España, ingobernable: Los resultados de las elecciones del pasado diciembre nos muestran que ningún pacto que no incluya al conservador PP y al socialista PSOE llevará a formar un gobierno. Dentro del PSOE hay disensiones y hay quien pugna no sólo por un apoyo con condiciones, sino incluso por una gran coalición PP-PSOE. El actual secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se resiste a ello, entre otras cosas porque comprende que tal pacto sería el fin del PSOE. Así las cosas, el escenario más probable es la repetición de las elecciones legislativas españolas en unos meses, y posiblemente en ese momentos los efectos de la nueva recesión se estén empezando a notar. Las nuevas elecciones no dejarán una situación más clara que la actual, pero probablemente el PSOE retrocederá aún más y eso facilitaría la defenestración de Pedro Sánchez y el ascenso de otro candidato (o candidata) más proclive a un pacto con el PP, inclusive una gran coalición. Esta gran coalición podría tomar medidas de recortes sociales adicionales, muy impopulares, que posiblemente podrían ir acompañadas de algunas medidas de restricción de libertades individuales, y además podría involucrar a España en alguna guerra de su interés. Por supuesto que esta gran coalición supondría el fin del PSOE, pero podría garantizar la gobernabilidad de España durante cuatro críticos años, y probablemente sería insólitamente saludada como algo conveniente por la mayor parte de los medios.
  • Cataluña, camino a la independencia: Después del estrambótico espectáculo de la última asamblea nacional de la CUP, veo como muy probable que finalmente la CUP se decida a apoyar, con matices, la investidura de Artur Mas como President de la Generalitat de Catalunya. De acuerdo con la hoja de ruta trazada, el nuevo Govern debería tomas las medidas adecuadas para que en un plazo máximo de 18 meses se alcance la independencia; además, se someterá a una moción de confianza este mismo año 2016, para ver que está cumpliendo. Seguramente con esa moción tan prematura Artur Mas pretende desmontar la amenaza de que le perjudiquen en la parte final de su legislatura, aunque de manera improbable podrá la Generalitat conseguir avanzar por el camino de la independencia tras los 18 meses previstos. Pero como la única medida política que se podría ofrecer desde España alternativa al proceso catalán es un referéndum, y esa opción solo la defiende un partido sin posibilidad de gobernar (Podemos), la hoja de ruta de los partidos independentistas seguirá sin cambios. Si la gran coalición triunfa en España la tensión dialéctica entre Gobierno estatal y autonómico subirá de tono, y al final el Gobierno de España tendrá que tomar medidas expeditivas para suspender la autonomía de Cataluña por la fuerza. Este último evento (la suspensión de la autonomía) me parece más probable para 2017, cuando se esté agotando la hoja de ruta catalana, pero no es descartable que llegase a pasar durante 2016.
  • Desestabilización climática: los dramáticos eventos climáticos de 2015 serán sucedidos por eventos también muy graves durante 2016: no se puede descartar que, debido a las realimentaciones positivas (e.g., liberación del metano del permafrost y clatratos marinos) estemos ya en una fase de aceleración del cambio climático. Debido a las anomalías actuales en el Ártico veo muy probable que el hielo marino ártico no se recupere tanto este invierno y, en particular, que sea más fino y frágil, con lo que en 2016 se podría marcar un mínimo histórico de cobertura de hielo en verano. Este hecho, y  la finalización del fenómeno El Niño de 2015 hará más probable un episodio de "año sin verano" en Europa durante 2016. Además, no descarto que se produzcan algunos fenómenos poco usuales, particularmente ciclogénesis explosivas de inusitada violencia en Europa y huracanes más intensos en general.
  • Cierre de este blog: Aún lo considero poco probable, aunque la posible deriva autoritaria española, sobre todo con una creciente militarización de la conciencia ciudadana, puede acabar por ponernos en aprietos.

En resumen: 2016 puede ser un año de drásticos cambios. Si la velocidad de éstos es más paulatina de lo que yo preveo (como, siendo honestos, afortunadamente suele pasar) o si finalmente se acelera, eso no cambia el hecho de que seguimos un curso muy negativo y que en cualquier momento puede encima empeorar.

Salu2,
AMT

diumenge, 4 d’octubre del 2015

Valoració de les eleccions del 27-S i propostes de canvi


La Plataforma Ecosocialista segle XXI d’ICV valora de forma negativa els resultats aconseguits per la coalició CSQEP. Endemés de les raons exposades pels representats d’ICV per explicar aquests resultats tan decebedor, des de la Plataforma volem subratllar el fet que en tota la campanya no s’ha sentit parlar dels problemes econòmics ni ecològics de Catalunya. En el pla socioeconòmic els candidats de CSQEP s’han limitat a parlar de les retallades i del pla social de rescat, un discurs que per gastat no arrela. És a dir, s’han plantejat els temes que integren bàsicament el discurs de Podem. En cap moment semblava que la candidatura de CSQEP defengués els valors ecosocialistes, els històrics i els actualitzats.


Cridem a la direcció d’ICV perquè en la propera campanya electoral la identitat ecosocialista aparèixer de forma nítida, a través del nostres candidats, i suggerim, com a idees força de la campanya, les que apareixen en el pentàleg que va aprovar la Plataforma i que figura en document annex, idees que des de la plataforma anomenem “propostes ecosocialistes de segona generació”. Especialment important per a ICV és que el tema del canvi climàtic aparegui amb força a la campanya atès que el proper mes de desembre se celebra a París la cimera mundial en la que es busca un acord universal per lluitar contra el canvi climàtic.


Per últim, cridem als militants i persones interessades en aprofundir les idees ecosocialistes a integrar-se a la nostra Plataforma.
3 d’octubre de 2015

Annex 
 Pentàleg

Síntesi de la Política Econòmica Ecosocialista



1.  Proposem una economia estacionària en els països desenvolupats. Economia i ecologia són dues cares de la mateixa entitat. El model econòmic estacionari és el que equilibra els fluxos d'entrada i sortida de recursos materials i energètics i té en compte, per tant, les limitacions físiques del planeta,  l’impacte dels humans i la petjada ecològica.


2. El treball retribuït cada cop és més escàs. I amb l'escassetat deixarà progressivament de ser el factor central d'integració social. Per contra, guanyarà pes en la nostres vides la participació en les activitats pel bé comú, voluntàries,  i les reproductives. Per a que  aquesta transició es pugui  fer i distribuir de manera justa i equitativa es necessitarà d'una Renda Bàsica Universal incondicional.

3. Hem d’eliminar l’atur involuntari i les diferències de gènere tot assolint un millor repartiment del temps del treball en totes les seves expressions: remunerat o no, productiu o reproductiu.  I per això, combinarem aquesta mesura amb la implantació de la renda Bàsica Universal. El repartiment del treball i el lleure contribueixen a l’equitat de gènere i a la integració i cohesió socials.

4. Impulsarem una reforma fiscal justa amb les rendes i amb la protecció del medi ambient  per donar també centralitat a les polítiques de lluita contra el canvi climàtic i per aconseguir una societat més equitativa.

5. Defensarem la sobirania energètica i alimentària, és a dir, l'autoproducció en el nostre país del recursos que necessitem. Hem d’anar cap a un model basat exclusivament en energies netes (no contaminants), per tant sense combustibles fòssils ni nuclears. En el nou model s’ha d’estalviar l’energia, evitar els malbarataments i incentivar els processos de producció industrial i els serveis de menor consum. Si pretenem ser sostenibles, el model de producció d’energia ha de ser descentralitzat i ha d’aprofitar tots els recursos disponibles, produint prop del lloc de consum, evitant les pèrdues de transport, amb la garantia que els recursos renovables  que proporciona el planeta són amplament suficients com per abastir tota la humanitat durant milions d’anys.
 
maig de 2015





dimecres, 1 de juliol del 2015

Síntesi de la Política Econòmica Ecosocialista. El Pentàleg

Síntesi de la Política Econòmica Ecosocialista

El Manifest “Per una política econòmica ecosocialista de debò” que es va presentar pel debat a la Convenció Nacional del febrer va tenir una bon nivell de difusió i va contribuir a dinamitzar el debat. Una part molt important del que en aquell es deia document va ser incorporat als textos aprovats a la Convenció Nacional

Ara vénen les eleccions catalanes i espanyoles i caldrà que ICV aprovi la seva proposta electoral. En el present document resumim, a mode de pentàleg de punts forts del discurs, el que haurien de ser els eixos  bàsics de la proposta econòmica d’ICV per a aquestes futures conteses electorals. És un resum del que proposem com a força política i que es pot explicar en 60 segons. En el pla comunicatiu, una de les claus de l'èxit és la simplicitat. Tots recordem els laments d'alguns intervenents a la convenció nacional en el sentit que el discurs d'ICV era complicat d'explicar. Alguns s'escudaven en la complexitat de la situació. Aquest pentàleg ajudarà resoldre aquella situació.

El pentàleg

1.       Proposem una economia estacionària en els països desenvolupats. Economia i ecologia són dues cares de la mateixa entitat. El model econòmic estacionari és el que equilibra els fluxos d'entrada i sortida de recursos materials i energètics i té en compte, per tant, les limitacions físiques del planeta,  el impacte dels humans i  la petjada ecològica.

2.       El treball retribuït cada cop és més escàs. I amb l'escassetat deixarà progressivament de ser el factor central d'integració social. Per contra guanyarà pes en la nostres vides la participació en les activitats pel bé comú, voluntàries,  i les reproductives. I per a que  aquesta transició es pugui  fer i distribuir de manera justa i equitativa es necessitarà d'una Renda Bàsica Universal incondicional.

3.     Hem d’eliminar l’atur involuntari i les diferències de gènere tot assolint un millor repartiment del temps del treball en totes les seves expressions: remunerat o no, productiu o reproductiu.  I per això, combinarem aquesta mesura amb la implantació de la renda Bàsica Universal. El repartiment del treball i el lleure contribueixen a l’equitat de gènere i a la integració i cohesió socials.

4.     Impulsarem una reforma fiscal justa amb les rendes i amb la protecció del medi per donar també centralitat a les polítiques de lluita contra el canvi climàtic i per aconseguir una societat més equitativa.

5.     Defensarem la sobirania energètica i alimentària, és a dir, l'autoproducció en el nostre país del recursos que necessitem. Hem d’anar cap a un model basat exclusivament en energies netes (no contaminants) ,per tant sense combustibles fòssils ni nuclears. En el nou model s’ha d’estalviar l’energia evitant els malbarataments i incentivar els processos de producció industrial i els serveis de menor consum. Si pretenem ser sostenibles, el model de producció d’energia ha de ser descentralitzat, aprofitant tots els recursos disponibles, produint prop del lloc de consum, evitant les pèrdues de transport, amb la garantia que els recursos renovables  que proporciona el planeta son amplament suficients per abastir tota la humanitat per milions d’anys


maig de 2015

dilluns, 15 de juny del 2015

Esperando a Godot (II). Por qué hay que ir más allá de 426 euros condicionados

Article publicat a Sin Permiso
Lluís Torrens · · · · ·  
Resultado de imagen de renta basica
  No deja de sorprenderme que en el año 2015, después de siete años de profunda crisis, con cinco millones y medio de parados según la estadística oficial, más dos millones y medio de parados adicionales ocultos entre los que han bajado los brazos en su búsqueda de empleo y los que trabajan a tiempo parcial porque no tienen más remedio y los que se han ido fuera del Reino, surja una propuesta tan poco ambiciosa ni movilizadora como dar una renta de 426 euros a todos los parados sin ingresos.
Han pasado 4 años de las movilizaciones del 15-M y mientras la sociedad aplastada por la crisis se ha organizado y ha dado un vuelco espectacular a la situación municipal en el Reino de España (lo nunca visto desde 1931) a los sindicatos mayoritarios y algunos partidos de izquierda se les ocurre que hay que proponer medidas que ellos llaman "realistas", que encajen dentro de lo que el gobierno acepte y, puesto a moderarse, que cuesten poco dinero. La verdad, no veo a millones de personas movilizadas por 426 euros al mes o por un incremento del 1% de los sueldos de los que trabajan.
Para sus promotores podríamos resumir éstas y otras propuestas alineadas en un aparente círculo virtuoso:
a)    Démosles algo a los pobres para que no se mueran de hambre mientras creamos empleo gracias a
b)    subir los sueldos un 1% a los trabajadores fijos (los temporales y autónomos ya se espabilarán con las subcontratas de las empresas que trabajan para las grandes, como desgraciadamente hemos aprendido con Movistar) para que reactiven el consumo de la economía y esta reactivación cree millones de puestos de trabajo que
c)    además repartiremos junto a los existentes trabajando 30 horas semanales pero cobrando lo mismo que a 40 horas porque, claro, todas las empresas se están forrando y pueden incrementar un 33% sus costes laborales sin ningún problema, y por si fuera poco
d)    contrataremos a millones de personas (todas las que quieran trabajar) para que a una media de 6 euros la hora (si lo hiciéramos a un salario digno como pide el consejo de Europa no lo podríamos pagar) puedan hacer todo lo que la sociedad requiere que se haga bueno, bonito y sobre todo barato (limpiar bosques, cuidar ancianos, explicar cuentos a los niños…).
Y todo por el módico precio de 11.000 millones de euros anuales más costes administrativos para la primera medida y de 10.000 millones de euros anuales por millón de empleos  generados para la última medida de la lista (y como no sabemos cuántos millones de empleos se quieren crear, vayan multiplicando hasta acabar con los pobres). De la segunda medida no podemos aventurar el coste, únicamente decir que un 1 % de más sueldo son 5.000 millones de euros más o menos de los cuales unos 1.000 millones se los quedaría el Estado, o sea 4.000 millones de reactivación de los bolsillos de 15 millones de asalariados (unos 20 euros al mes).  De la tercera medida solo cabe pensar en que a nadie le cabe en la cabeza que esto se pague sin compensaciones a las empresas, como así se realizó en Francia con la ley de las 35 horas. Más o menos puede equivaler a 100.000 millones de euros anuales, casi todo lo que recauda la Seguridad Social. Todo combinado, o en parte,  se crea un círculo que más que virtuoso para acabar con la pobreza parece un bucle imposible de financiar que alargará la situación de pobreza durante años. 
No únicamente esto, lo más sorprendente es que medidas como la primera parecen renunciar a todo el acervo de conocimiento desarrollado por décadas de aplicación de las rentas mínimas como son los gravísimos problemas que generan en sus beneficiarios (podríamos más bien llamarles víctimas) de estigmatización (a nadie le gusta declararse ciudadano de tercera categoría), de trampa de la pobreza (deben renunciar a la ayuda si encuentran un trabajo de inferior o similar retribución, lo cual en nuestro actual mercado laboral ya es más que frecuente), de trampa de la precarización (si se renuncia a la ayuda por un trabajo temporal, cuando este se acaba, se pueden tardar meses en recuperar la ayuda, por lo que tampoco interesa aceptar el trabajo, por muy buen ciudadano que uno sea), y lo más grave, la no-cobertura: por la estigmatización, la falta de educación, el desconocimiento, la dificultad de los trámites administrativos, etc. los beneficiarios objetivos de la medida no la solicitan.
Así, un estudio de la EAPN (European Antipoverty Network) recoge en su proyecto EMIN sobre rentas mínimas (donde están representados los sindicatos) que en los países analizados el grado de no-cobertura oscila entre el 20 y el 75%. Dos ejemplos más son paradigmáticos: la encuesta de pobreza y desigualdades sociales de Gipuzkoa estima que para que su sistema de renta de ingresos alcanzara a todos los que lo necesitan debería crecer un 50% el número de beneficiarios (y esto en el territorio con la segunda mayor renta per cápita del Estado y con el sistema de rentas mínimas más generoso); dos, en Francia están en revisión los sistemas de rentas mínimas activas (RSA y PPE que incluyen incentivos para encontrar trabajo, de similar naturaleza a los que propone Ciudadanos, a los EITC o créditos fiscales que existen en EEUU y en otros países o incluso algún sucedáneo redactado por Podemos) porque se han dado cuenta que el 68% de sus posibles beneficiarios tampoco la solicitaban. Es tan grave el problema que existe en Grenoble un centro de investigación dedicado a lo que en inglés se llama non-takeup y en francés non-Recours, en este centro hablan de las ayudas condicionadas como una carrera de obstáculos que muchos no pueden sortear.  Significativamente en google no hay ni una entrada en español referente a este observatorio, solo una referencia bibliográfica en un documento del SIIS.
Last but not least, hay que recordar que 426 euros de ayuda no sitúan a nadie por encima del umbral del riesgo de la pobreza. Ya puestos se podría haber propuesto alcanzar el umbral situado en los 650 euros mensuales, aunque esto supusiera incrementar el coste a casi 17.000 millones, el 1,6 % del PIB.
En definitiva, mientras esperamos a Godot (que en realidad sí está a la vuelta de la esquina con una propuesta de renta básica en su bolsillo) se nos proponen soluciones que no alcanzan a eliminar la pobreza,  o igual o más costosas que una Renta Básica (a la RB en su versión por unidad familiar le costaría poco más de 20.000 millones de euros, que pagarían los ricos,   eliminar toda la pobreza, y sin descontar los inmensos ahorros en costes sociales -salud, fracaso escolar, seguridad…- derivados de la erradicación de la misma), que generan dinámicas perversas (como el enquistamiento de los pobres en su situación), que no llegan a quien lo necesita ni siquiera en los países que nos llevan décadas o incluso generaciones de ventaja en políticas sociales, y que no tienen ninguna capacidad transformadora. Al contrario, profundizan en un modelo asistencial absolutamente superado en pleno siglo XXI y donde el modelo productivista que da derechos únicamente a través del trabajo remunerado se está agotando.
Qué pena que pudiendo alcanzar el bosque, se nos plante delante un árbol pequeño y enclenque que casi necesita los mismos riegos y abonos que el bosque y solo da un poco de cobijo y menos aún libertad.
Añado una consideración, espero que ni agresiva ni arrogante, que responde a la crítica de que la propuesta de RB en la que yo he participado implica una prohibitiva subida de tipos fiscales efectivos a los asalariados con rentas medias. El 80% de la población sale ganando con la combinación de renta básica y una fiscalidad del IRPF sencilla y transparente que permite calcular los efectos individuales y otro 5% sale perdiendo unas cantidades muy moderadas. Además esta supuesta crítica no tiene en cuenta (y expresamente así lo manifestamos) la increíble estadística que nos muestra el IRPF español en donde un catedrático universitario está en el 5% de los declarantes más ricos, señal del gran fraude existente. Si los ricos pagaran como les toca, el tipo medio bajaría significativamente o se podrían aplicar compensaciones ad-hoc para estas clases medias que ahora están en el top 20 de la pirámide de ingresos.
Además, es una crítica que no tiene en cuenta entre otras el inmenso valor emancipador que tiene una renta básica, la posibilidad de que los jóvenes de se vayan de casa con una asignación de partida para emprender su proyecto vital, o las mujeres dependientes, y que lo puedan hacer en cualquier momento, sin tener que declararse pobres. Cualquier cabeza de familia sería feliz de pagar un poco más a cambio de poder liberar a sus hijos adultos de la obligación de permanecer en el hogar materno o cualquier jubilado de clase media sería feliz de no ver a sus nietos sentados en su mesa cada día porque sus progenitores no tienen recursos para ponerles la mesa en casa.
El mayor valor científico de la propuesta es que permite cuantificar con cierta exactitud el coste de la renta básica (que ni por asomo es el 8 o 9 % del PIB)  y posibilita experimentar diferentes variantes para reducir algunas distorsiones que obviamente un modelo tan general puede provocar en situaciones personales o familiares específicas. Renta básica por unidad familiar, substituir el tipo único por varios tramos crecientes para incentivar el trabajo estacional o a tiempo parcial voluntario, mantener una imposición diferencial de las rentas del capital deslocalizable, substituir parte de la financiación necesaria mediante IRPF con otros ingresos fiscales (ambientales, sobre la riqueza, sobre la renta de las sociedades, e incluso sobre el IVA de manera progresiva) son alternativas factibles, que permiten disipar espero que definitivamente estos recelos. Es más, algunas de estas alternativas, como incrementar la imposición indirecta, sólo tienen sentido y son progresistas en un marco de renta básica que permitan compensar el incremento del coste de la vida derivado.
Y por favor, que no nos acusen de que una renta básica desincentiva encontrar empleo: es un insulto para la mayoría de la población que, sea consecuencia de nuestra moral judeocristiana o no, valora el trabajo como una necesidad de aportación al bien común y realización personal. Lo que permite  la renta básica es poner en valor y legitimar a los (sobre todo "las") que aportan otros tipos de trabajo, no solo los que pasan por una nómina o una factura. Ni siquiera las personas con la vida solucionada a gran escala (millonarios)  son capaces de dejar de trabajar.
Discrepo absolutamente en que un gasto de entre 15.000 y 35.000 millones sea incompatible con un programa de estabilidad presupuestaria. Lo que deberíamos abandonar de una vez por todas es este síndrome de Estocolmo de que nuestra presión fiscal debe estar 8 puntos por debajo de la media europea (y aún más inferior si nos comparamos solo con los países con sistemas de pensiones plenamente públicos). Nadie en la Unión Europea, ni el FMI, ni el BCE ni la OCDE nos exige que estemos en inferioridad de ingresos respecto a nuestros vecinos. Lo que nos exigen es equilibrio presupuestario y nos sugieren vías para hacerlo, sea incrementando los ingresos, sea recortando si somos incapaces de hacer lo primero. Decir que un 1,1 o un 1,5% del PIB sí es asumible como mayor gasto en lugar de un 2% o un 3% es admitir la derrota ante la visión neoliberal y ser un colaborador necesario en el objetivo de convertirnos en una sociedad low-cost.
Para acabar, estos próximos días el nuevo gobierno municipal de Barcelona va a iniciar probablemente un estudio riguroso para evaluar el coste de la implementación de una renta municipal, una de sus propuestas electorales, que complemente los ingresos de las personas pobres de la ciudad hasta alcanzar el umbral de riesgo de pobreza, siguiendo el esquema clásico de una renta mínima condicionada. Y ya el gran problema empieza por saber cuántos pobres en ingresos hay o si tienen medios alternativos de subsistencia (riqueza financiera o inmobiliaria). Me duele la cabeza de pensar el entramado administrativo-burocrático-fiscalizador que van a tener que crear en el ayuntamiento, dedicando recursos humanos ingentes a hacer de policías de la pobreza (a evitar el fraude de los pobres, que es un pobre fraude comparado con el de los ricos), y cuando el personal de servicios sociales debería estar dedicado a ayudar a las personas a salir de la exclusión, a mejorar su empleabilidad o a simplemente hacerles la vida más digna.
Y me duele el alma de pensar en cuántas personas pueden no llegar a ser beneficiarias de este programa o de la estigmatización que sufrirán (directa o indirecta) y sobre todo pensar que con una renta básica todo sería infinitamente más fácil, más digno y creando una sociedad más justa pero también económica y ecológicamente más eficiente y sostenible.
(Una versión más reducida de este artículo ha sido publicada en http://www.espacio-publico.com/)

Lluís Torrens es economista, profesor asociado de la Escuela Superior de Negocios Internacionales-Universitat Pompeu Fabra, gerente del Public-Private Sector Research Center del IESE. Colabora con
iniciatives pel decreixement que impulsa un nuevo modelo económico sostenible y estacionario.


divendres, 6 de març del 2015

Renda Bàsica: dignitat i llibertat

Post publicat al bloc de  Ricard Gomà 
A la Convenció Nacional d’ICV, a Sabadell, hem debatut sobre el model de societat que volem forjar a Catalunya amb les eines d’un estat lliure. Una de les apostes clau és “la Renda Garantida Ciutadana (RGC) en la perspectiva d’una Renda Bàsica Universal (RB)”. La ILP de la RGC ha articulat una àmplia xarxa de suport, i és fonamental seguir treballant perque el Parlament aprovi la llei, en la seva integritat, i el més aviat possible. La RGC ha d’assegurar, com a dret social, un ingrés mínim a totes les persones en situació d’exclusió econòmica, com preveu l’article 24 de l’Estatut, que CiU vol convertir en paper mullat. L’existència a Catalunya d’una RGC potent ens situaria en millors condicions per avançar cap a la RB, és a dir, cap a un ingrés universal (per tothom) i incondicionat, com a garantia del dret a l’existència.
La RB pot ser un avenç, en el terreny dels drets socials al segle XXI,  equiparable al que va ser el sufragi universal, en el terreny dels drets polítics al segle XX. El camí no serà fàcil, però crec que val la pena defensar-lo i transitar-lo. La RB és dignitat contra la pobresa; i és llibertat contra la dominació. Culmina, d’alguna forma, el projecte civilitzador de l’estat de benestar. D’una banda, la RB desmercantilitza les condicions materials d’existència: les desplaça del mercat laboral remunerat, a l’espai dels drets socials. Pot semblar revolucionari, i ho és. Però no és una lògica aliena als drets que avui reconeixem. Connecta amb l’eix vertebrador de l’estat de benestar.  Hem desmercantilitzat la salut, l’educació i l’autonomia personal, ara cal fer-ho amb les bases materials d’una existència digna. D’altra banda, la RB vincula drets socials i llibertat individual. En la concepció republicana, la llibertat es defineix per absència de dominació. Quan es depèn d’un altre per viure, s’esdevé vulnerable a la dominació d’aquest. Quan les condicions materials de vida es garanteixen com a dret de ciutadania, la llibertat personal esdevé real per tothom. Real sobretot per als col.lectius avui més vulnerables : les dones, les persones amb diversitat funcional, la gent jove, les persones migrades… Entre aquests sectors, la proposta de la RB obté sempre un suport molt alt. És percebuda com a factor clau d’empoderament. I amb raó.
La RB no és la panacea que permet superar totes les dimensions de la injustícia. No és, per exemple, l’antídot màgic contra el treball precari o les relacions patriarcals de gènere, ho sabem. Però sí és un cop de destral gairebé definitiu contra la pobresa, un instrument fort de redistribució, i una palanca de llibertat per als més febles. No és poca cosa. En el camí de fer-la tangible caldrà superar obstacles culturals (sobre el caràcter universal i no condicionat de la RB), articular majories sociopolítiques de suport, i dissenyar els models fiscals que permetin finançar-la. Un triple repte apassionant. Un repte que em fa defensar la RB amb totes les dosis de gosadia necessàries, però també de discreció i reconeixement de dificultats. Que em fa defensar-la des del mateix convenciment en els valors i les lluites que han fet possible l’estat de benestar, però conscient també que el canvi d’època ens porta a una societat molt diferent. Una defensa, d’altra banda, que no em costa gens d’ubicar en el terreny de l’esquerra verda, allà on la igualtat només té sentit des de l’autodeterminació personal; allà on la individualització és la base per reconstruir una nova ètica col.lectiva, teixida per relacions de reciprocitat i fraternitat.